martes, 6 de noviembre de 2012

Pollo al curry



Gracias a todos los que,  a pesar del largo letargo que me ha mantenido escondida, os habéis seguido asomando a este rincón de mi cocina. Regreso con  un plato muy sencillo y  a la vez delicioso si os gusta el curry; entre las diferentes especias que lo componen se encuentra la cúrcuma: raíz de color amarillo brillante y sabor picante; a ésta se le atribuyen  una propiedades dignas de tener en cuenta, porque recientes estudios han demostrado que en India, donde la población consume mucha cúrcuma,  hay menor índice de enfermos que padezcan demencia senil o Alzheimer. También las estadísticas dicen que los casos de cáncer son bastante inferiores a otros países. Así que  en vista de todo ello, os animo a poner en práctica el rico curry de pollo. 

Como algunos sabéis, me gustan los cuentos, las metáforas... y hoy me apetece  compartir además de la receta un cuento de Jorge Bucay  con el que quién más y quién menos, podríamos sentirnos identificados en alguna ocasión. 

..."En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...


Había una vez... un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y mas rápidamente aún, salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza"...



La receta

  • 2      pechugas de pollo
  • 1      cebolla grande cortada en juliana menuda
  • 1      diente de ajo
  • 1      manzana pelada y cortada en juliana 
  • 2      cucharadas colmadas de curry de Madrás
  • 3      cucharadas de aceite
  • 50gr pasas de corinto
  • 1      lata leche de coco (400grs)
  • 3      cucharadas de piñones   
Una vez fileteadas las pechugas las marcamos por ambos lados a fuego fuerte. Salar, trocear, reservar.

Pochar la cebolla en el aceite y cuando esté transparente añadir el ajo prensado, los piñones, la manzana y continuar rehogando un momento. Añadir las pasas junto con el curry, la leche de coco. Dar un hervor y rectificar de sal.