A mi hijo Óscar,
Algo sano, sencillo y que te gusta. Espero que cuando lo hagas te sientas un poco más cerca de nosotros. No importa que los tomates de ahí sepan poco, la gracia se la dará nuestro buen aceite de oliva y tu buen humor.
Espero que lo disfrutes y compartas con tus amigos.
¡¡¡Te quiero!!!
Salmorejo cordobés
- 1 k Tomates muy maduros
- 1 Ajo (sin germen)
- 200 grs Pan blanco
- 150 ml Aceite oliva extra
- sal
- 1 cuchara sopera de vinagre (opcional)
Lavar bien los tomates y los cortamos en cuartos,
trituramos con la batidora hasta que nos quede
una salsa líquida. Pasamos por un chino para retirar posibles trozos de
piel y pepitas.
Pelamos el ajo y quitamos el centro para
que no repita. Dependiendo de la potencia de la batidora que utilicemos, mejor previamente, prensarlo o majarlo en mortero. Lo
añadimos al tomate.
Cortamos el pan en trozos pequeños y añadimos
al tomate anterior, dejamos reposar
un momento y batimos.
Echamos
el aceite de oliva virgen extra y la sal. Lo pasamos todo por la batidora hasta
que nos quede lo más fino posible. Probamos si está bien de sal y si no
rectificamos.
Solamente resta enfriarlo en la nevera, en un
par de horas estará listo para consumir bien rico y fresquito.
Acompañamiento, huevo duro picado, virutas de
jamón, gambas, anchoas en aceite o simplemente solo.
1 comentario:
Hooooola Carmen, cuanto tiempo!!!!
Muchas gracias por tus palabras, siempre tan amables :-) te he echado de menos por aquí, espero que esta ausencia no haya sido por nada grave, simplemente que no hay tiempo para todo y es preferible dejar de lado el blog.
Ahora a disfrutar de este esplendido salmorejo del que dará buena cuenta tu hijo, y aunque los tomates no sean los mejores, seguro que sabrá sacar el mejor partido de los que encuentre ;)
Un besazo guapa
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